lunes, 29 de noviembre de 2010

Voluntariado ambiental

El Programa de Voluntariado Ambiental de Andalucía es una de las experiencias europeas más significativas de promoción de la acción altruista ciudadana para la conservación del entorno y la sostenibilidad. Este programa se puso en marcha desde la administración ambiental andaluza, y en coordinación con diversas organizaciones sociales, como un plan institucional de apoyo a las iniciativas de voluntariado ambiental en nuestra comunidad autónoma.

Así se realizan multitud de proyectos en toda Andalucía, liderados por entidades sociales de diversa índole: ambientalistas, juveniles, deportivas, culturales..., en los que se implican más de 5000 voluntarios y voluntarias al año, con más de 150.000 horas de trabajo voluntario, en proyectos dirigidos a la conservación de la biodiversidad, la defensa del medio forestal, la protección del litoral, la conservación de espacios naturales y la sostenibilidad del medio urbano.

Entre sus proyectos e iniciativas hay que mencionar entre muchas propuestas de acción las Redes de voluntarios en espacios naturales y en el litoral, el programa Andarríos, el programa Migres, Voluntariado monte mediterráneo o la Revista

Para más información:

¿Qué es un monitor o una monitora de educación ambiental? ¿Cuáles son sus características? ¿Y cuáles son sus funciones principales?

Un Monitor o Monitora de Educación Ambiental es una persona que debe poseer unos amplios conocimientos en materia medioambiental, así como conocer técnicas y recursos didácticos adecuados para llevar a cabo su trabajo.
Debe poseer  formación en las distintas áreas de conocimiento que constituyen el medio ambiente,  con el fin de desenvolverse adecuadamente en un entorno natural. Debe poseer un vocabulario técnico y saber reconocer, interpretar y explicar el medio que le rodea.

Bienvenidos y bienvenidas a mi blog

Monitor o monitora de educación ambiental, dando la clase en el campo a su alumnado

Vamos a comenzar con una pequeña INTRODUCCIÓN A LA EDUCACIÓN AMBIENTAL.

En las últimas décadas se ha ido abriendo paso con fuerza la idea de que los problemas ambientales no son sólo problemas de la naturaleza sino, sobre todo, problemas humanos. La crisis ambiental tiene una dimensión social que empieza a ser reconocida de forma general. Y esto supone la revalorización  de una educación que capacite a las personas para abordar conflictos, imaginar o reconocer salidas y ponerlas en práctica, tanto de forma individual como colectiva.